Cómo identificar los 5 errores administrativos que más le cuestan dinero al negocio (y cómo evitarlos)
- ByManu Creaciones
- 4 dic
- 2 Min. de lectura
En la mayoría de los negocios, lo que más impacta en los números no es una gran crisis, sino las pequeñas decisiones administrativas que se repiten todos los meses.
Son errores silenciosos, que no siempre se ven… pero que se sienten en la rentabilidad, en el orden y en la tranquilidad.
La buena noticia: todos se pueden corregir con claridad, intención y un sistema que acompañe el crecimiento.
1. No diferenciar costos de gastos
Parece menor, pero no lo es.Cuando todo va “a la misma bolsa”, es casi imposible entender la rentabilidad real.
Costos → lo que está directamente asociado a producir o vender
Gastos → lo necesario para operar, pero que no depende del volumen
Separarlos te permite saber si tu negocio es rentable… o si solo está facturando.
2. Planificar el mes sin mirar el flujo de fondos
Muchos negocios funcionan “a pulmón”: entran pagos, salen pagos… y así todos los meses.Pero si no existe un control del cash flow, la estabilidad nunca llega.
Sin previsión de ingresos y egresos, cualquier imprevisto te desordena.Con un flujo claro, podés anticiparte, tomar mejores decisiones y crecer con más solidez.
3. No tener una política de cobranzas definida
Cobra quien hace seguimiento.Y hacer seguimiento no tiene por qué ser incómodo.
Un negocio sin una política clara pierde tiempo, energía y dinero:
plazos difusos,
recordatorios tardíos,
acuerdos distintos para cada cliente.
Una política simple y ordenada hace que el proceso fluya, sin tensiones y sin olvidos.
4. No registrar a tiempo
Registrar tarde es una de las mayores fuentes de caos.
Cuando se cargan los movimientos “cuando se puede”, se pierde información clave para analizar, corregir y decidir.Un registro semanal (o diario, si es posible) cambia radicalmente la claridad financiera.
5. Tomar decisiones sin datos
Intuición sí, improvisación no.Sin números confiables, cualquier decisión es un salto al vacío.
Los datos no son un fin, son una brújula.Ayudan a ver tendencias, detectar desvíos y actuar con respaldo.
Cómo empezar a corregirlos
No hace falta cambiar todo de un día para el otro.Un buen punto de partida es:
Separar costos y gastos
Registrar ingresos y egresos con frecuencia
Tener un flujo de fondos básico
Clarificar la política de cobranzas
Hacer un cierre mensual simple pero consistente
Pequeños ajustes, gran impacto.
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